26 de agosto de 2025
XA3 fotografiado el 10 de julio 2025

Publicado en el diario digital El Faro de Ceuta, el 16 de agosto de 2025, por María Valverde

Posa en las ramas para descansar brevemente. Despliega las alas como de costumbre y vuela alto. Surca el cielo de Ceuta desde hace una década. Aunque tiene un nombre poco común, XA3, se ha ganado el cariño de amantes de las aves por ser el cernícalo más longevo registrado en la ciudad.

Ha sido localizado en varias ocasiones desde que fue visto por primera vez el 18 de agosto de 2015, fecha en la que fue anillado. Es un macho y está asentado en la zona que abarca el entorno del Sarchal, donde ha sido avistado con frecuencia.

Todo lo que se ha documentado sobre él procede de observaciones de grupos dedicados a la ornitología, de aficionados a la fotografía, así como a través de los seguimientos efectuados por Antonio Cambelo, coordinador del grupo SEO BirdLife y anillador experto del grupo Chagra.

A pesar de que cuenta con un historial de datos escueto, se sabe que estuvo por Marruecos en el invierno de 2015. Permaneció allí toda la estación hasta que regresó y decidió establecerse en el Sarchal. Superó la etapa más crítica de esta especie, la juvenil, fase que concentra una alta tasa de mortalidad.

Los objetivos de las cámaras lo han capturado al menos seis veces. La última vez fue este pasado julio. Fue el propio Cambelo el que se percató de su presencia. Hacía casi dos años que nadie sabía nada de él desde que fue divisado en el verano de 2023. Previamente otras personas notificaron su presencia en 2022, en 2019, en 2017 y en 2016.

No es el primero ni tampoco el último cernícalo sobre el que se hace un control y vigilancia. El coordinador de la asociación asegura que ha anillado a más de 400 ejemplares desde 2005. El número incluye a los capturados en nido, otros detectados en jardineras o en ventanas de edificios de la ciudad y otros que han sido recuperados por Obimasa.

A la labor habitual de Cambelo se suma este año el desarrollo de una campaña de marcaje de la especie. “Mientras estén los jóvenes que han nacido este año cazando por aquí, por los montes de Ceuta, trato de anillar al mayor número posible de ellos para continuar con la recopilación de datos”, comenta.

La captura de cada pájaro proporciona información sobre su biometría, es decir, cuánto le miden las alas o cuál es su peso entre otros detalles. “Se obtiene con todo ello una base para, en el futuro, hacer algún trabajo al respecto”, indica.

Comúnmente el método para mantenerlas localizadas es la incorporación de un pequeño tubo de PVC con una numeración. De hecho, XA3, recibe su nombre de la cifra que muestra el que porta. Este objeto posibilita recabar información del ave a larga distancia gracias a los códigos.

El problema del cernícalo es que tiene un tarso muy pequeño y que la anilla que se le coloca no es de grandes dimensiones. Es complicado obtener las lecturas”. Sin embargo, con ayuda de la subvención de la Sociedad de Estudios Ornitológicos, he adquirido varios dispositivos GPS que me han dado más datos que los que he recogido en años anteriores”, menciona.

La incorporación de estos elementos permite ahondar más sobre la especie. “Me ha permitido saber que los jóvenes en su primer año se dispersan por Marruecos, así como más apuntes sobre su actividad diaria”, señala.

El estudio ha sufrido un revés debido a animales localizados que no han sobrevivido más allá de finales de octubre. “Está la esperanza de que alguno perviva en su primer invierno a Marruecos para, más tarde, volver a Ceuta. Tengo controles de pájaros que han regresado en su segundo año a donde han nacido. Solo con que uno salga adelante, se podrá obtener información del tamaño de los territorios por los que están por Ceuta y su día a día”, destaca.

Cambelo explica que, a día de hoy, el que más distancia ha recorrido ha sido un ejemplar que cruzó la frontera sur de Marruecos con Argelia. Sin embargo, serán las próximas exploraciones las que permitirán averiguar con más profundidad este aspecto del ciclo vital de los cernícalos.

No solo se puede conocer qué recorrido abarcan en su viaje. Los aparatos facilitan saber la dispersión atmosférica, la temperatura, la altitud del vuelo y otros parámetros de valor para un análisis. “Posibilitan reconstruir de forma aproximada la vida de las aves”, especifica.

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